RABIA ADOLESCENTE

"Fish Tank" se ha convertido en una agradable sorpresa del reciente cine independiente británico que versa sobre la amargura de la adolescencia, muy bien recibida en diversos Festivales con buena críticas, especialmente para su joven protagonista, llevándose incluso el Premio del Jurado de Cannes. Está dirigida por Andrea Arnold ("Red Road", "Wasp") y es un retrato realista y duro que gustará a los aficionados de este tipo de cine.

“Fish tank” es la historia de Mia, una quinceañera inestable, con problemas, que no encaja en el sistema escolar y es rechazada por sus amigos. Un cálido día de verano, su madre lleva a casa a un misterioso desconocido llamado Connor, quien promete cambiarlo todo y llevar el amor a sus vidas…

La película se centra en unos personajes sin rumbo, gente sin futuro ni ambición para encontrarlo, pero especialmente se centra en el personaje de la chica adolescente con los típicos problemas de identidad y de adaptación de cualquier chica de su edad agravados por su decadente entorno familiar. Se podría decir que "Fish Tank" trata sobre la rabia adolescente, con alguna metáfora algo obvia como la del caballo encadenado hasta morir de viejo (a la edad de 16 años, la misma que va a cumplir la protagonista), pero que a través de un puesta en escena contundente y una cámara nerviosa consigue poco a poco atrapar la mirada del espectador y conseguir algo realmente difícil en el cine: ser creíble.

Para ello, resulta primordial el trabajo de la joven Katie Jarvis, absolutamente espléndida, que soporta sobre sus hombros casi todos los planos del film con una entereza fuera de lo común para alguien de su edad, bien secundada por el resto de actores. La historia tiene algún devaneo discutible en su tercio final, pero en general consigue un relato brillante y sincero, especialmente en las secuencias del acercamiento de la adolescente y el novio de su madre, y en el global estético de la propuesta.

U.C. (Daniel Farriol)